El bebé necesita estar en contacto con la piel de tus manos. Caricias lentas, suaves y cálidas
que abarcan su cuerpo desde la cabecita hasta los pies. Él necesita acostumbrarse a muchas sensaciones
nuevas que pasan por su pequeño cuerpo: hambre, frio, dolor y una gran soledad.
El pequeño demanda protección y amparo.
Ofrécele tu amor y corazón a través de tus manos.
La comunicación positiva con el bebé, el intercambio de mensajes no verbales que parte de lo
más profundo de tu ser logrará que el pequeño descubra el sentido de la felicidad interior y tú
la satisfacción y la paz de ser el mejor padre.
Es aconsejable colocar el móvil sobre su cuna durante unos minutos y retirarlo,
así mantendrá su interés durante más tiempo.