La música para el bebé es la lengua de las emociones.

La música para el bebé es la lengua de las emociones.

La música es universal. Hay sociedades sin escritura, pero ninguna sin música. A lo largo de la historia, desde las primeras tribus hasta la actualidad, la música ha formado parte esencial de la existencia humana.

La música es un estímulo sumamente completo, y engloba procesos sensoriales, cognitivos, emocionales y motores. Se podría decir que tiene una doble vertiente, por un lado la parte artística, cultural, creativa y emocional. Y por otro, la parte más intelectual, científica y técnica que comprende el conocimiento. Por ello, la educación musical desde un punto de vista psicológico debe basarse en la observación de cada una de las personas, con su diferente característica y orientada a las distintas necesidades.

¡Cada niño tiene su proceso evolutivo, permítele crecer a su ritmo!

El bebé está en contacto con el mundo  sonoro incluso antes de nacer. Todos los sonidos que escucha el bebé desde el vientre materno (respiración, el latido del corazón, la voz de la madre etc.) hace que el sistema auditivo sea el más desarrollado. De hecho, el bebé es capaz de discriminar todos los sonidos del mundo, y a medida que se va exponiendo a una cultura, con su específica lengua e incluso con sus ciertos estilos musicales, su cerebro va adquiriendo distintas capacidades. Por lo que aprovechar los primeros años para fomentar esta audición, es de gran importancia.

¡Habla y canta a tu hijo en diferentes lenguas, llegará ser bilingüe, trilingüe o cuatrilingüe!

Además, la música es la llamada “lengua de las emociones”, y es que juega un gran papel en el mundo emocional del pequeño. Por ello, canta a tu bebé desde canciones infantiles de forma divertida, como dulces nanas para calmarle. Esta conexión provoca el aumento de la hormona de la oxitócina (relacionada con el amor) y reduce el cortisol (relacionada con el estrés).

¡Ayudará mucho en vuestro vínculo afectivo!

Decía Platón que la música es uno de los instrumentos más poderosos de la educación. Ha sido relacionado con distintos procesos cognitivos, como la mejora en los sistemas atencionales, en la memoria, en áreas motoras, en la comunicación e incluso en las matemáticas. Pero no solo ello, la música motiva, inspira, permite a los más pequeños expresarse, a ser creativos, y lo más importante les permite aprender a través de la diversión. Un niño divertido, es un niño feliz.

¡Canta, baila, escucha música, toca distintos instrumentos junto con tu pequeño, le abrirás la puerta a un mundo fascinante!

Relájate

Cuando sientes que el camino se hace denso y tus fuerzas flaquean y estas agobiada

RELÁJATE

y conecta contigo mismo, no importa que sean solo unos pocos minutos.
Disfruta de la sensación placentera de estar solo contigo mismo. Sentirás como recargas pilas y verás el mundo con otros ojos.
Elige el momento cuando sepas que alguien de tu confianza se puede hacer cargo de tu bebé, solo serán unos diez minutos.
Acomódate sobre la cama y abandona tu cuerpo percibiendo como te arropa y que siempre está ahí para sostenerte.
Deja que los pensamientos que surgen en tu mente, vengan y vayan como las nubes en el cielo que van y vienen.

Nada que pensar, nada que hacer.

Relajate

Comenzarás a percibir los primeros signos de relajación cuando sientas el aire sobre tu piel, la profundidad de tus músculos y de tus huesos.
Afloja la mandíbula, el paladar, la lengua se hace ancha en la boca casi tocando las mejillas, el entrecejo se va relajando así como la cuenca de los ojos, la garganta, las cuerdas vocales, el cuello, hombros, brazos, muñecas, manos y cada uno de los dedos.
Toma conciencia de tu respiración y siente el movimiento suave de pecho y abdomen.
Percibe el contacto de las nalgas sobre la superficie, los muslos, pantorrillas, tobillos, talones hasta los dedos de los pies. Siente cada uno de los dedos de los pies donde las tensiones salen y se esfuman del cuerpo.
Disfruta de este momento y del placer de estar contigo mismo, escucha el sonido interior de tu cuerpo.
Siente la energía positiva que llega del Universo como una brisa cálida y te llena de bienestar, sosiego y paz.
Al incorporarte hazlo lentamente para volver a contactar con todo lo que te rodea.

Ahora ya en relajación… disfruta de tu bebé

Disfruta de la sensación placentera de estar solo con tu bebé por Elizabeth Fodor

 

el bebé necita mimos y caricias para encontrar el significado de la vida por Elizabeth Fodor

 

¿Cómo aprenden los niños pequeños las emociones básicas?

 

¿Cómo aprenden los niños pequeños las emociones básicas?
Versión original en húngaro por la Dra. Noémi Nagy

RESUMEN: El autor, repitiendo el diseño de Sherri C. Widen y James A. Russell originalmente realizado con niños estadounidenses en 2008, examinó niños húngaros (N = 40, 3-6 años) con el fin de responder a la pregunta de si las categorías emocionales se adquieren temprano y rápidamente, o por el contrario, lenta y gradualmente. Los niños primero tenían que etiquetar imágenes de expresiones faciales representando seis categorías de emociones (alegría, tristeza, ira, miedo, sorpresa, aversión) consideradas emociones básicas, en una tarea de etiquetado libre. En la siguiente tarea de categorización, los niños tuvieron que decidir uno por uno si las caras que reflejaban las seis emociones mencionadas anteriormente, así como agitación y satisfacción pertenecían o no a una categoría de emoción particular. Las emociones de propósito (alegría, tristeza, ira, miedo) fueron simbolizadas por cajas. Los resultados obtenidos en este estudio están alineados con el modelo circumplex estructural de Russell y sugieren que los niños pequeños interpretan las emociones no como categorías discretas, sino como dimensiones bipolares (placer vs. displacer, alta excitación vs. baja excitación). El autor concluye que la adquisición de emociones no es un logro de todo o nada, como el primer uso de una etiqueta de emoción por parte del niño, sino un proceso que continúa desarrollándose durante los años escolares. Las emociones están inicialmente presentes en la mente del niño como conceptos amplios e incluyen todas las emociones con la misma valencia, luego con la edad las categorías emocionales se vuelven gradualmente más estrechas y estables.

How do infants acquire basic-level emotion categories?

ABSTRACT: The author – repeating the design of Sherri C. Widen and James A. Russell originally carried out with American children in 2008 – examined Hungarian children (N = 40, 3–6 years) in order to answer the question whether emotion categories are acquired early and quickly, or on the contrary, slowly and gradually. Children first had to label pictures of facial expressions representing six emotion categories (happiness, sadness, anger, fear, surprise, disgust) considered as basic-level emotions, in a free labeling task. In the subsequent categorization task, children had to decide one by one whether faces reflecting the above-mentioned six emotions as well as excitement and satisfaction belonged to a particular emotion category or not. Target emotions (happiness, sadness, anger, fear) were symbolized by boxes. The results obtained in this study are aligned with Russell’s structural circumplex model of emotions and suggest that infants interpret emotions not as discrete categories but as bipolar dimensions (pleasure vs. displeasure, high arousal vs. low arousal). The author concludes that emotion acquisition is not an all-or-none ahievement such as the child’s first use of an emotion label, but a process that continues to develop well into the school years. Emotions are initially present in the child’s mind as broad concepts and include all emotions with the same valence, then with age emotional categories gradually become narrower and more stable.

Hogyan sajátítják el a kisgyermekek az érzelemkategóriákat? 

ABSZTRAKT: A szerző – Sherri C. Widen és James A. Russell 2008-ban amerikai gyerekeken végzett vizsgálatát magyar mintán (N = 40, 3-6 év) megismételve – arra a kérdésre keresi a választ, hogy az érzelemkategóriák elsajátítása vajon korai és gyors, vagy inkább lassú és fokozatos jellegű folyamat. A gyerekeknek először egy szabad címkézési feladat keretében hat alapérzelemnek tekintett érzelemkategóriát (boldogság, szomorúság, düh, félelem, meglepődés, undor) ábrázoló arcképet kellett megnevezniük. Az ezt követő kategorizációs feladatban az előbb felsorolt hat érzelem mellett az izgatottságot és elégedettséget tükröző arcokról kellett egyesével eldönteniük, hogy beletartoznak-e egy bizonyos érzelemkategóriába. A célérzelmeket (boldogság, szomorúság, düh, félelem) egy-egy doboz jelképezte. A vizsgálatban kapott eredmények az érzelmek Russell-féle strukturális circumplex-modelljéhez igazodnak, és arra utalnak, hogy a kisgyerekek az érzelmeket nem diszkrét kategóriákként, hanem bipoláris dimenziók (kellemesség-kellemetlenség, magas-alacsony arousal) mentén értelmezik. A szerző arra a következtetésre jut, hogy az érzelemkategóriák elsajátítása nem egy minden vagy semmi jellegű esemény, mint például egy érzelemkifejező szó első használata, hanem jócskán a kisiskoláskorba nyúló folyamat. Kezdetén az érzelmek tág fogalmakként vannak jelen a gyermek fejében, és magukba foglalják az összes ugyanolyan valenciával rendelkező érzelmet, majd az érzelmi kategóriák fokozatosan szűkülnek és szilárdulnak meg az életkor előrehaladtával.

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Magyar szakmai kutatás

Un viaje al centro de las emociones

Relajación en 8 minutos

Ya sabes que el bebé percibe perfectamente tu estado emocional.
Si estás tranquila, él lo notará y se relajará también. Antes de coger al niño conviene, por tanto, que te sientas relajada. ¡Cuántas veces tratamos de calmar a un bebé y al ponernos más nerviosos el niño se excita más! Sin embargo, lo coge otra persona y consigue en pocos minutos dejarlo profundamente dormido.
Para las madres que trabajan o que siempre están con prisa vamos a explicar cómo tranquilizarse en tan sólo ocho minutos. A medida que lo vayas practicando, te será más fácil y lo podrás incluso aplicar a otras situaciones.
Siéntate en un sitio de la casa donde sepas que nadie puede interrumpirte; no importa dónde sea; cierra la puerta y desconecta el teléfono, o bien colócate tapones en los oídos en caso de necesidad.

Una viaje al centro de las emociones, relajación en 8 minutos

Son tan sólo ocho minutos; debido a su corta duración, es necesario que las condiciones para realizarlo sean las mejores.
Sentada de la forma en que te encuentres más cómoda, cierra los ojos y observa durante un segundo la posición de tu cuerpo, tratando de aflojar las tensiones. Para ello harás un inventario corporal mentalmente: cabeza, cuello, mandíbula, boca, garganta, lengua, orejas, globo ocular… Para facilitar el contacto con las partes mencionadas. A medida que las vamos nombrando podemos ir tocando.

Seguimos por los hombros, brazos, codos, antebrazos, muñecas, manos y dedo por dedo, tomando conciencia de nuestro cuerpo, hasta que se aflojen las tensiones.
Una vez terminado el inventario corporal haremos de tres a seis veces técnicas de respiración con el siguiente ritmo: tomar el aire mientras contamos hasta cuatro, retenerlo hasta contar dieciséis y expulsarlo contando hasta ocho. La mente debe estar sólo observando el cuerpo (la presencia o la ausencia de tensión) y el ritmo de la respiración.

Al terminar la respiración, abrimos los ojos lentamente mirando a nuestro alrededor, volviendo a tomar contacto con el medio ambiente.
Ahora estamos en condiciones óptimas para acercarnos al bebé, jugar con él, amamantarlo o darle un masaje.
Observa si tu bebé es tranquilo o nervioso:
a) En caso de niños nerviosos o tensos, usaremos movimientos lentos, manos suaves y ritmo tranquilo. Con la voz utilizaremos un tono suave.
b) En caso de niños excesivamente tranquilos y de tono muscular bajo, les hablaremos con voz más fuerte, cara muy expresiva y sonriente; les daremos palmaditas sobre el cuerpo animándoles permanentemente. Utilizaremos preferentemente los ejercicios más activos.

¡¡¡¡MAMÁ, ME ABURRO!!!!

Ahora que estamos en tiempo de vacaciones y nuestros pequeños pasan más tiempo en casa, es tiempo de divertirse con ellos y olvidar nuestro calendario laboral.

Desde que los niños ya van al “cole de mayores”, comienzan un calendario de actividades muy parecido al de los adultos, aprovechando la excusa de prepararlos para un futuro cada vez más cambiante pero a la vez más competitivo y exigente. Exigente en formación y adquisición de conocimientos, sobre todo; ya no es suficiente con inglés, además chino, natación, baloncesto, música… de alguna manera, su tiempo está programado desde por la mañana hasta la hora de volver a casa, y aún al llegar también la rutina diaria deja poco espacio a la improvisación.

Pues bien, ¿qué pasaría si los pequeños y no tan pequeños dispusieran de tiempos no programados o no estructurados?

Ante todo no digo que no esté bien que los niños realicen actividades extras, pero no hay que perder de vista la necesidad de dejar descansar el cerebro, bien para integrar todo lo aprendido y vivido durante el día, bien para observar lo que sucede alrededor o para explorar aquello que resulta nuevo y en lo que no se ha reparado hasta entonces porque los tiempos están marcados y no resulta fácil salirse del guion.

Reflexionemos un poco sobre los beneficios que puede traer el no hacer nada:

1. Pensemos en qué hacemos nosotros cuando no hacemos nada. Bien descansar en el sofá, que nunca está de más, o buscamos algo que hacer.
2. Si buscamos algo que hacer, y nadie nos dice qué, el motor que nos lleva a la actividad es el propio, es lo que llamamos, iniciativa y motivación intrínseca.
3. Esto nos llevará a buscar ideas o actividades para hacer en vez de estar sentados, esto es búsqueda de alternativas, básico para la resolución de problemas.
4. De todas las que se nos ocurran, tendremos que valorar cuales son posibles y cuales en este momento no son viables, esto es evaluación de viabilidad y comparación.
5. Plantearemos cuales nos gustan o nos apetecen más, esto se conoce como toma de decisiones.
6. Realizados los pasos anteriores, es necesario saber lo que necesitamos para llevarlo a cabo. Es decir, la planificación.
7. Por último, la implementación de todo lo anterior, es decir, llevar a cabo nuestra idea.
8. Pero lo realmente importante es que hemos conseguido pasar de un estado de aburrimiento a todo un proceso constructivo por nosotros mismos sin que nadie nos diga qué y cómo. Si los resultados son buenos nos sentiremos a gusto, orgullosos de lo que hemos conseguido y si no nos sale como esperábamos probaremos otra vez, de otra manera o algo distinto. Lo que favorecerá la propia valoración afianzando la autoestima, aprendiendo también a gestionar nuestras emociones o estados de ánimo.

Pues bien, todos estos puntos reflejan lo que conocemos como funciones ejecutivas, aquellas que nos definen como seres inteligentes, incluida la gestión de las emociones.

Esto es lo que hacen nuestros pequeños si les dejamos tiempo a su aire, sin decirles lo que tienen que hacer o lo que toca. Quien de vosotros no se ha encontrado a sus pequeños organizando alguna en su habitación después de un rato prolongado de silencio. Esta actitud es la necesaria e importante en la vida. Los padres y madres ponemos a su disposición no solo las herramientas sino también los tiempos y los espacios.

Os pongo el caso de los más pequeños, si no les decimos qué hacer, el propio calendario del desarrollo les llevará a la actividad. Durante el primer año, el bebé va desplegando toda una serie de conductas que va practicando hasta conseguir, por ejemplo, voltearse o ponerse en cuatro apoyos y después gatear, por eso es tan bueno dejarles tiempo sobre el suelo para que puedan explorar y afinar sus habilidades y capacidades. En los años siguientes, es difícil ver a un niño sentado sin hacer nada, siempre tiene su atención centrada en algo, bien observando para aprender, bien subiendo y bajando, pintando… pero pensemos en los niños más mayores, a partir de los cinco o seis años… porqué a partir de estas edades aparece el aburrimiento y lo vemos como algo negativo, intentando dirigir su calendario de actividades.

Unas pequeñas herramientas para fomentar la creatividad y poner a los niños a gestionar su propia diversión:
Coloca varias cajas de cartón en un rincón. Pronto ellos las utilizarán para mil cosas, ya sea para meterse dentro, construir o bien realizar torres

MAMÁ, ME ABURRO

Coloca en otro lugar unas pinturas y botes de plastilina, es infalible…
Si pones música que se pueda bailar, los niños pequeños siempre están dispuestos a ello. Es una bonita forma de disfrutar en familia.

 

Ahora que estamos de vacaciones os animo a que sentados en vuestras hamacas o toallas observéis a vuestros hijos sin más objetivo que descubrir lo que están haciendo. Espero que cuando veáis a vuestros hijos haciendo nada seáis capaces de mirarlos de otra manera, más allá.

MERCHE, MI COACH UN ANTES Y UN DESPUÉS

MERCHE, MI COACH UN ANTES Y UN DESPUÉS

No podré olvidar el primer día que entró en nuestro centro de Madrid, traía en sus brazos a su pequeña de tan solo 2 meses. Estaba interesada en nuestras clases de juegos con bebés. Tan interesada estaba que trajo a su primogénita durante 7 años y su segundo hijo todavía sigue viniendo a nuestros grupos de juegos.

Ahora quiero centrarme en esa figura materna que me atrajo. Por aquel entonces ella ejercía la profesión de ingeniera, pero algo en su interior quería cambiar, su iceberg se estaba moviendo pero no en la superficie, era un cambio en lo más profundo de su interior. Quería cambiar su vida así que, se embarcó en nuestro barco, hizo con nosotras el seminario  y las prácticas con niños que en el ofrecemos.  Pensando que si profesionalmente no era una salida, sí que le serviría como guía para la educación de sus hijos. Llegó la decisión final y ella se quedó con nosotros, quería dedicarse a esto que le había enamorado y seguir su formación para dedicarse a niños y adultos. Durante su período de prácticas he podido observar su enorme sensibilidad, la empatía que despierta entre las mamás y su comprensión innata para orientar las relaciones paterno-filiales. Todo esto se complementa con la inteligencia que profesa para transmitir con gran ternura los conceptos y mensajes oportunos en los momentos adecuados. El principal requisito para un buen profesional en el ámbito infantil.

Ella seguía siendo coordinadora de grupos en nuestro centro, pero sentía que algo más tenía que hacer, así que comenzó su Master de coaching: “como trabajar con niños y adultos si yo misma no me trabajo”, esas fueron sus palabras cuando me comentó el objetivo que se había marcado.

Actualmente es coach y trabaja directamente con nuestros niños y nuestros padres. Ha  diseñado un taller mensual al que acuden muchos de nuestros padres, donde ella los acompaña y comparte muchas de las vivencias,  dualidades y circunstancias que surgen de la educación de nuestros hijos. En estos talleres hemos podido comprobar como los padres y las coordinadoras del taller han generado un ambiente de confianza y complicidad que es difícil explicar en  estas líneas, porque es totalmente  vivencial. Los talleres que ella imparte están llenos de dinámicas que hay que estar para sentirlas, es lo que te hace moverte.

Todo esto que  os cuento, es por lo que avalo a esta persona. Al igual que yo hice mi apuesta personal por ella  y ha sido mi gran descubrimiento, espero que sea el vuestro. Mi experiencia interpersonal tanto con niños como con padres es  mi pilar, como mi metodología.  Ella puede ser vuestro COACH.
Merche, mi COACH

Voluntariado en casitas de niños

El pasado 11 de junio, Clara Kirmayer, psicoterapeuta infantil y de adolescentes y Montserrat Morán, directora del centro de Madrid, fueron invitadas por Cooperación Internacional para dar un taller dirigido a jóvenes voluntarias que este verano acudirán a centros de acogida de niños huérfanos en Rumanía.

Se trataron temas imprescindibles para quien va a estar con niños en situación de abandono y desprotección que hay que tener en cuenta a la hora de acercarse a ellos:

  1. Acercamiento al desarrollo normal del niño.
  2. Aproximación al desarrollo del niño en situación de abandono.
  3. Reflexión sobre las necesidades que se cubren en los voluntariados:
    1. Necesidades de los niños.
    2. Necesidades de los adultos que conviven y atienden a los menores.
    3. Necesidades de los voluntarios.
  4. Entrenamiento en la respuesta a posibles situaciones de conflicto que se den con este tipo de niños.

Todo esto lo llevaron a cabo a través de la representación de escenas fantaseadas y temidas por los propios voluntarios, así como a situaciones reales que se dan en estos casos. Esto les ayuda a identificar y reflexionar sobre las diferentes necesidades que se plantean ante una actividad de este tipo.

Estos niños presentan un hueco en su historia de vida, no suelen tener recuerdos explícitos de sus primeros años de vida porque no ha habido nadie que se los relate. Sin embargo, en su memoria hay grabados recuerdos implícitos, que han cumplido o cumplen su función puesto que han tenido que desarrollar respuestas a las situaciones de abandono que han sufrido. Estos niños suelen desarrollar un tipo de apego inseguro, puesto que “la respuesta o atención a sus necesidades ha sido incompleta, incoherente o incluso violenta y maltratante, aumentando las emociones negativas, traducidas en desconfianza, rabia y falta de regulación emocional. Este tipo de conducta produce desadaptación en entornos positivos, pero hay que saber que en su momento les sirvieron para sobrevivir en sus ambientes de origen” Fodor, E., Morán, M. “Todo un mundo de sorpresas. Capítulo 4: Bienvenido a mi vida. Raquel Juan”. Ediciones Pirámide. Madrid, 2016.

Es por eso, que es necesario acercarse a estos niños libres de cualquier prejuicio, abiertos a conocer su necesidad evitando anticiparla desde la perspectiva que nace de una fantasía o necesidad personal. Esto permitirá a los jóvenes voluntarios acercarse a estos niños desde la empatía que los pequeños requieren para poder respetar y, en la medida de lo posible, responder a sus necesidades reales.

“Gracias a todos por dar prioridad a las necesidades de los niños”

Preguntas frecuentes en la vuelta al cole

en la vuelta al cole

1. ¿Es necesario el periodo de adaptación para la educación infantil?
Desde luego sería recomendable que los centros estuvieran abiertos a la posibilidad de que los padres, durante la primera semana de escolarización, acudieran al aula con sus hijos y realizaran alguna actividad conjunta. De esta forma el maestro podría ganarse la confianza del pequeño a través del trato directo y a través de la diversión y el placer que produce el juego compartido con los más pequeños en presencia de los padres quienes transmitirán la confianza a su hijo. “Si mis padres confían, yo también”
2. ¿Qué se puede esperar o qué es lo normal en la conducta de los niños en los primeros días y semanas?
Lo normal es que al llegar lloren, esto significa que hay una buena vinculación afectiva con los padres. Por otro lado al terminar la jornada escolar y durante los primeros días, también es usual que los niños salgan más irritables por el cansancio tanto físico como emocional que supone esta experiencia, así mismo pueden estar más apegados a la madre o al padre ya que necesitan cerca su figura de referencia que les da seguridad.
3. ¿Cuánto tiempo suelen tardar los niños en adaptarse?
Depende del niño y de la disposición de los adultos implicados. Es recomendable que al despedirse, la persona que lleva al niño al colegio, deje claro quién va a venir a buscarle dándole una consigna determinada: “después de la merienda vengo a buscarte para ir a disfrutar juntos al parque”. La madre y el padre han de llevar bien esta separación mostrando confianza plena en el colegio que han elegido para su hijo así como en la maestra con quien dejan a su pequeño.
4. ¿A qué signos hay que estar atentos en los niños para saber si existe algún problema del que preocuparnos en su adaptación?
Además de lo que se ha comentado anteriormente como la irritabilidad, también hay que tener en cuenta que pueden aparecer pequeños accidentes con el control de esfínteres o con nuevas costumbres referente a la alimentación. Hay veces que los niños parecen estar más retadores hacia la madre o el padre pero todo entra dentro de lo normal. En este caso los padres han de mantenerse firmes pero con ternura y comprensión ante las nuevas experiencias del más pequeño de la casa.

¡VAMOS AL COLE! 5 Consejos prácticos para la vuelta

Consejos para hacer más llevadero el tránsito y los cambios asociados al inicio de la educación infantil en los niños.

  1. Evita hablarle continuamente del tema. Una vez decidido el colegio, se lo comunicáis al niño, os acercáis a verlo con él, se lo enseñáis y le explicáis que después del verano irá a ese cole a jugar con otros niños… y después de eso no hace falta volver a hablar de ello hasta el día de antes. Este día se le dice: “mañana por la mañana te acompañaré al colegio donde conocerás niños con muchas ganas de jugar”. Elige la ropita que se va a poner o coloca el uniforme y el material necesario para su primer día con él.
  2. La entrada por la mañana. Es muy importante para el pequeño llegar al colegio de los primeros especialmente para niños tímidos. Esto es válido para todo el curso. “Llegar tarde a una fiesta siempre es más duro que si uno llega de los primeros”. Además con una despedida corta y concisa será suficiente; colócate a su altura, mírale a los ojos, dile cuándo vas a venir a buscarle (por ejemplo: “después de la comida”) o nombrar a la persona que va a recogerlo, dale un besito y despídele con una gran sonrisa.
  3. Procura llegar de los primeros a la hora de recoger al niño. Ver cómo los demás se van yendo con sus padres y que ellos se quedan esperando produce una incertidumbre innecesaria para tu hijo. Además cuando recibimos al niño tenemos que ponernos a su altura, darle un abracito y un beso y preguntarle: “has disfrutado aprendiendo juegos nuevos, me encantaría que me enseñaras”. Es muy probable que no te cuente nada de lo que sucede en el colegio, normalmente los niños no lo hacen en este momento. NUNCA llevar o comprar un regalito o golosina al niño, con un bocadillo o algo de fruta para merendar es suficiente. Si se promete algo al niño hay que procurar cumplirlo. Por ejemplo, si le decimos que va a venir a buscarlo el abuelo, intentar no cambiar de opinión. Si no lo haces así el niño se sentirá engañado y será más probable que se enfade, con razón.
  4. Truco para que los niños cuenten algo de su día. Durante la cena, desayuno o el momento en el que la familia esté reunida sin distracciones como la televisión o algún juego de ordenador, los padres podéis comenzar a hablar entre vosotros sobre cómo os ha ido el día. Esto hará que él sienta la necesidad de participar de vuestra conversación y será el momento en el que recordará diferentes anécdotas que le sucedieron durante el día y estará encantado de compartirlas con vosotros. Tened paciencia y constancia, al fin el pequeño participará en la conversación con tal de captar vuestra atención. Estos son los momentos donde puedes recibir información sobre las alegrías y preocupaciones de tu pequeño y actuar en consecuencia, así como conocerle mejor. Cuando hable escúchale con mucha atención este procedimiento ayudará a mantener la vinculación afectiva y despertará el placer que supone la comunicación en familia.
  5. Si es posible, evita el exceso de actividades extraescolares. Con dos actividades a la semana será suficiente. Los niños necesitan jugar con otros niños libremente para favorecer el desarrollo de su vida social. Para él es más importante que compartas juegos al menos 20 minutos cada día que un exceso de actividades extraescolares.

Viajar en tren o avión con niños

Poner rumbo a nuestro destino de vacaciones se nos puede hacer un poco cuesta arriba con niños pequeños y si encima no viajamos en nuestro propio coche. Pero nada que no sea solucionado con un poco de imaginación, creatividad y diversión, aliñado con grandes dosis de paciencia.

Para los que viajéis en tren o avión:

Viajar en tren con niños

  1. Unos días antes podéis leer algún cuento relacionado con el medio de transporte que vais a utilizar. Para ello, los cuentos de Teo son un buen recurso.
  2. A los niños menores de seis años les cuesta comprender el concepto de tiempo, así que no hace falta que durante dos semanas antes les estéis diciendo que os vais a ir de vacaciones.
  3. La última semana guardad aquellos juguetes que más le gustan y reservadlos para llevarlos en su equipaje de mano. Será toda una sorpresa volverlos a encontrar
  4. Además de estos juguetes podéis incluir, cuentos, pinturas, o plastilina.
  5. Si viajáis en tren, los asientos con mesa en medio están muy bien para que ellos puedan jugar
  6. Si vais en avión, los asientos de delante ofrecen más espacio y ahí pueden jugar tranquilos.

¡FELIZ VIAJE!