Entre los papás y las mamás que asisten habitualmente también suelen surgir contactos personales e incluso, amistades.
Os comento esto porque hoy he podido ver unas preciosas fotografías que una de las mamás ha hecho a otra mamá con su pequeña de 9 meses.
La verdad es que me han emocionado. No sólo porque las fotos son de una delicadeza y de un buen gusto exquisito, sino porque la mamá fotógrafa ha conseguido plasmar muy bien en ellas la personalidad de la pequeña.
Y para lograrlo creo que hace falta más que un buen equipo de fotos, y un conocimiento técnico de la fotografía. Hay que saber mirar, con los ojos y con el corazón.
Me alegra saber que suceden cosas tan bonitas, más allá de la propia felicidad de los niños.
La verdad es que uno se queda sin palabras, éstas dejan paso a la emoción.
Es muy bonito ver cómo tanto padres como niños van creando lazos de amistad a través de compartir espacio, tiempo y juegos en los grupos de Mamiki.