En las situaciones que surgen durante el proceso del desarrollo el bebé descubre su
verdadera potencialidad a través del juego, donde adquiere experiencia para aprender
como tomar sus propias decisiones con sentido común el día de mañana.
El juego genera alegrías y ayuda a descubrir el placer de la risa, desarrollando así el sentido del humor,
tan necesario para una vida exitosa y placentera.
El otro día, en casa de mi amiga Marta estábamos comentando, ella por cierto muy preocupada de
que no había forma de lograr que sus niños dejasen de jugar para ir a bañarse o a cenar.
Yo le dije benditos padres que dejáis que vuestros niños jueguen a sus anchas. Ni falta hace
convencerlos para acabar con el juego, es preferible lograr que sea atractivo el cambio de la
situación como una actividad lúdica más. Jugar es la manifestación más placentera y positiva de
la vida humana.
Spitz ya utilizó la palabra juego en el tercer mes de vida del bebé y Freud describió los
“caminos misteriosos y constantemente repetidos” de uno de sus nietos que pasó con él unas semanas,
y su teoría sobre el juego infantil.
El niño en realidad juega continuamente, es muy difícil saber cuándo juega o no.
Es su forma de “estar” en el mundo.
Es una expresión global de su personalidad. Aprende y se comunica con su medio ambiente a través del juego.
Su relación objetual primaria se establece a través del juego y las sensaciones.
Es una necesidad imperiosa para él, es una actividad maravillosa, rica y variada que se produce
prácticamente desde el nacimiento. Pero muchas veces nos preguntamos cómo y con qué puede jugar
un bebé tan pequeño, o si se puede hablar de juegos en esta edad.
Los juegos del modelo Educar con Abrazos de Amor están diseñados especialmente para que
el bebé, mamá, papá y toda la familia puedan aprender disfrutando y compartiendo risas y buen humor.
Las actividades son variadas, abarcan todas las áreas y son acordes con la etapa del desarrollo
en la cual se encuentra el bebé.
Durante la realización de estos juegos es fundamental la utilización del lenguaje. Al niño pequeño se le
habla con sílabas cortas, en tono suave y agradable, preferentemente repitiendo los sonidos emitidos
por el bebé y algunos cantos rítmicos, como también es muy beneficioso incorporar otros idiomas.
También es necesario que el bebé practique actividades manuales finas, en las cuales el proceso de inhibición
activo esté representado. Ya que cada movimiento depende de la interacción de dos procesos nerviosos,
esto es, la excitación y la inhibición activa. Este último se aprende durante el desarrollo con
juegos y movimientos sincronizados.
Por eso es necesario que además de girar, reptar, gatear y luego andar, correr, saltar, etc… sean
capaces de manifestar unos movimientos controlados y precisos como la utilización de sus manos y los
dedos donde el proceso de inhibición activo está representado.
RECUERDA compartir tus experiencias con tus amigas u otras mamás y, en caso de duda, por
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