El primer Ciclo Vital del ser humano.
Disfruta junto al bebé con juegos divertidos que le ayudan a crecer sano.
Coloca al bebé boca abajo con el cojín bajo sus axilas para que pueda levantar
la cabecita, tan importante en esta edad, contigo a su lado animándole con un sonajero.
El juego para el control cefálico es fundamental en el desarrollo global del bebé.
Luego boca abajo realizar los primeros desplazamientos con la ayuda de la palma de
tu mano como soporte para que pueda empujar en sus primeros movimientos.
El desplazamiento se realiza por un acto reflejo, con ello adquiere fuerza en
las piernas, brazos, espalda y cuello.
En las últimas horas del día cuando el bebé se encuentra más inquieto es necesario
relajar sus piececitos. Especialmente la planta del pie y cada uno de los deditos.
Puedes utilizar también una pelotita de goma blanda..
No puede darse la vuelta solito, ni liberar el brazo que quedó atrapado bajo su cuerpecito.
Ayúdale cómo puedes ver en las imágenes a colocarse en diferentes posturas mientras estás a su lado.
Boca arriba, boca abajo y de ambos lados mientras le canturreas y acaricias su cuerpecito.
En el hueco acomoda al pequeño sujetando con tus dos manos.
Balancéate suavemente y con ritmo hacia un lado y hacia el otro ayudándote con el
movimiento de tus piernas.
Tararea una canción siguiendo el compás.
Este juego favorece la maduración del sistema vestibular, responsable del sentido del
equilibrio a la vez que le ayudará a ver el mundo desde otra perspectiva ya que su
cuerpecito esta vertical y no tumbado en la cuna todo el día.
También tenemos una bueniiiiiisima noticia:
Los papás se han incorporado al mundo infantil para enriquecer la vida social del
bebé y de esta manera se refuerza la comunicación y el cariño entre la familia.
Tu bebé posee una enorme capacidad de jugar y disfrutar contigo.
Coloca a tu bebé sobre una sábana o toalla como puedes observar en la imagen.
Despacio y suave balanceáis al pequeño mientras le cantáis una nana o ponéis
música relajante mientras lo arrullas.
Verás cómo tu hijo encuentra la paz y el sosiego necesario para sentir un profundo
bienestar.
El bebé dispone de un único idioma para comunicarse a través del cual nos hace saber si
“se siente bien” o “se siente mal”.
Es el lloro o una leve sonrisa.