El bebé continúa creciendo y a partir de los 7 meses es fantástico comenzar a
jugar con el tobogán para fomentar la concentración y los movimientos oculares.
Pelotas acrílicas de plástico antialérgico con sonidos y colores divertidos.
Juguete estimulante seguro con canicas de gran tamaño.
Es una excelente forma de promover el juego repetitivo, desarrollar habilidades motoras,
inteligencia y la creatividad.
Déjale atrapar las piezas para descubrir los diferentes tamaños, los bonitos
colores y pueda explorar encontrando el agujerito para meter su dedito y calibrar el peso de
cada una de las piezas.
Fomenta la coordinación visomotora, la utilización de los músculos
con los movimientos oculares, la cognición y creatividad.
1. Ayuda en la percepción de las diferentes partes del cuerpo con relación al espacio y a la
postura corporal al desarrollar el sistema vestibular y el sistema propioceptivo.
El sistema vestibular está relacionado con el equilibrio y el control espacial.
Enseña a mantener el equilibrio y regular la postura del cuerpo. El sistema propioceptivo es
importante en el desarrollo psicomotor ya que informa sobre las actitudes, los movimientos y
las posiciones del cuerpo. El niño al comenzar a caminar, no se caerá frecuentemente y cuando
lo haga sabrá caerse gracias a estas informaciones.
2. Favorece la intercomunicación entre los hemisferios cerebrales creando nuevas rutas
de información cruciales para la maduración de las diferentes funciones cognitivas.
3. Mejora el tono muscular alrededor de las articulaciones y la espalda para proteger
los huesos en el futuro.
4. El niño aprende a utilizar sus ojos y ensaya mejorando los movimientos oculares,
calculando distancias y ensayando la capacidad para hacerse por sí mismo con los objetos midiendo
el mundo que le rodea y recogiendo información beneficiosa para la posterior deambulación.
5. Favorece el desarrollo de la personalidad ya que puede llegar a cualquier lugar por
sí mismo.
La etapa de la separación coincide con la aparición de la capacidad del bebé para gatear,
por lo que los niños que gatean pueden alejarse y acercarse voluntariamente a sus madres
ayudándoles a resolver este periodo natural en los más pequeños.
6. Adquiere la automotivación decidiendo por sí mismo lo que le interesa ir a buscar
(si se le escapa una pelota gateará tras ella) y la autoestima ya que conseguirá su objetivo sin
tener que llamar a mamá para que le ayude. Esto le hará sentir único.
Un bonito libro que viene con amiguitos animales de tela que podrás leer con tu bebé alrededor de
los 7 meses. Tu pequeño lo agarrá, tocará, meterá en la boca y experimentará con la suave textura de la
tela de la que está fabricado.
La tapa del libro hace ruido al apretarla y el mordedor es muy útil y fácil de agarrar.
Poco a poco podrás disfrutar viendo cómo va reconociendo las imágenes e intentando
imitar los sonidos de los animales.
El bebé alrededor de los 11 meses comenzará a señalar con su dedito cada uno de los animales.
Acompañar con sonidos y comentarios divertidos sobre las imágenes de los cuentos
fomenta las ganas de continuar leyendo junto a mamá o papá ya que resulta placentero
para el pequeño.
Así despertarás el sentido del humor, fomentarás el desarrollo del lenguaje, disfrutarás con alegría
y muchas risas. Las risas son beneficiosas para la salud mental y física de toda la familia.
Cuando muevas el palo de lluvia podrás ver y oír caer las múltiples divertidas y coloridas gotas.
En el momento del nacimiento, el sentido de la vista es el que menos desarrollado
se encuentra; no obstante, este sentido será el más importante a la hora
de adquirir información del medio exterior.
El bebé comenzará a mover sus ojos para localizar un sonido y experimentará
placer y asombro al descubrir por azar los movimientos de los objetos, a los cuales
seguirá muy atentamente con sus ojitos.
Para adquirir una óptima visión interviene el desarrollo del sistema nervioso.
El sistema visual del niño está casi preparado para retener toda la información que recibe
a través de su entorno y de los juguetes que le presenten.
La vaina de tejido graso,
llamada mielina, que rodea los nervios ha llegado hasta los nervios que entran en el córtex
cerebral enviando la información hacia los centros superiores del cerebro, la parte que hace
los juicios intelectuales de lo que vemos. Se puede detectar en el cerebro del bebé las ondas
cerebrales que aparecen cuando la información visual se analiza de forma activa como agitar un
sonajero, mover lentamente un juguete, observar movimientos, gestos, sonidos en su medio
ambiente.
Durante todo el primer año se pueden realizar juegos visuales para mejorar los movimientos
oculares.
Por lo que bienvenidos serán todos aquellos juegos que fomenten el
perfeccionamiento visual. Para jugar a esto sirve cualquier
juguete que tenga algo relativamente pequeño que, a la vez que produce ruido,
se desplace lentamente para que tu pequeño pueda seguirlo.
Muéstrale su imagen en el espejo a unos 25 centímetros de distancia y espera unos
segundos para que mire al bebé que se refleja.
Él no se reconoce todavía, pero le encanta descubrir a otro bebé que le
mira y le sonríe.
Entre 12 a 18 meses de edad descubre, percibe y reconoce su imagen al identificarse con
la persona que ve en el espejo.
Los bloques blanditos, son ideales para la exploración sensorial con muchos colores llamativos que
estimulan la percepción visual, la atención y la capacidad de observación.
Las construcciones ideadas para los más pequeños, para jugar con total seguridad.
Realizados en material no tóxico y lavables, son fáciles de encajar y apilar incentivando
la fantasía y la creatividad del bebé.
En el modo de persecución, el unicornio se mece y galopa en diferentes direcciones para
mantener a la bebé en movimiento.
Esta genial! 3 idiomas: inglés, español y francés
Música, luces, corre el caballito y lo quiere coger.
Colocaros la familia como en la imagen.
Comienza hablando al pequeño diciendo suavemente lo feliz que te sientes de tenerlo junto a ti,
acarícialo en silencio, al bebé le llegará tu mensaje sin necesidad de decir nada más.
Podéis repetir el masaje las veces que tengáis posibilidad para ello.
No lleva contraindicaciones y tampoco tiene efectos secundarios.
Se puede practicar hasta que el niño lo demande, hay niños que hasta los dos años lo
siguen pidiendo.
Es importante buscar un momento en el que el niño esté receptivo y la persona que va a practicar el
masaje esté relajada, sin prisas y tenga buena disposición para llevarlo a cabo.
En el caso de hermanitos se pueden incluir en el juego.
Entonces papá masajeará a mamá, mamá al hermano mayor y este al pequeño.
Siempre es bueno involucrar a la familia en este tipo de actividades que refuerzan los vínculos
afectivos colmando de amor y compartiendo sensaciones placenteras.
Muy gracioso y visualmente atractivo para los bebes.
El movimiento y el sonido hace que quieran interactuar con él.
El bebé al empezar a gatear, le hace gracia ir persiguiendo el pingüino,
que además hace un sonido muy suave y el bebé pasa genial con él.
Es apropiado para bebés que se sostienen en el suelo sentados
o que gatean. Estimula mucho a que se muevan por el suelo.
Usar el cuerpo de papá o mamá como columpio, apoyo o cobijo les entusiasma,
pues no hay nada en este mundo más agradable que esto.
Es un ejercicio muy completo al ser tan entretenido; no será extraño que terminéis todos
riendo a carcajadas.
Túmbate boca arriba sobre la cama o el suelo y encoge las piernas formando un ángulo de 90º
con respecto de tu cuerpo. Sobre tus dos tibias, recuesta al niño boca abajo mirando hacia tu cara.
Mueve las piernas acercándolas y alejándolas de tu cara.
Luego recoge al bebé con tus manos y siéntalo sobre tus rodillas.
Sin soltarlo, súbelo y suavemente haz que haga cuclillas sobre tu tripa.
Luego lo sientas apoyando su espalda en tus piernas y te balanceas subiendo
y bajando tu cuerpo como si fuera una hamaca.